El día 28 de Septiembre de tuvo lugar en la sede de Movimiento Por La Paz un encuentro para llevar a cabo la parte práctica del curso de Agentes de Mediación Intercultural con el  grupo de mujeres, Empoderadas, un grupo de aprendizaje, un espacio de seguridad y confianza, que fomenta la convivencia intercultural y permite a sus participantes desarrollar habilidades y competencias a través de la participación y que busca generar relaciones igualitarias así como la resolución pacífica de los conflictos que puedan surgir con el objetivo de promover el empoderamiento de todas las mujeres que forman parte del grupo.

Yo, Elena Errea, alumna de esta edición del curso, tuve la suerte de poder realizar e impartir un pequeño curso sobre un tema relacionado con la mediación intercultural. El tema elegido fue el duelo migratorio, ya que consideraba que era un tema tabú, con muy poca visibilidad y que merecía la pena ser tratado quizás desde una perspectiva que arrojara algo de luz y esperanza. Con ayuda de las dos tutoras del curso logré alcanzar esa perspectiva y preparé una sesión para hablar del duelo de una forma dinámica y con estrategias para gestionar parte de las emociones y sentimientos que las mujeres pudieran estar sintiendo o hubieran sentido en algún momento.

La sesión comenzó con una dinámica grupal para presentarnos y crear un espacio de confianza. Las respuestas de todas las mujeres que participaron estaban llenas de fuerza, energía, ánimo y resiliencia aunque también tenían notas de tristeza y nostalgia. La sesión continuó con una pequeña explicación sobre el duelo migratorio, en qué consistía y por qué tenía algunas características que lo diferenciaban de otro. La parte más extensa y activa de la charla fueron las estrategias y técnicas para sobrellevar todo el proceso migratorio. En primer lugar, la identificación y normalización de sentimientos. PensarME, elaborarME y accionarME. Algunas de las actividades que se desarrollaron y en las que nos paramos un poco más fue hablar de la importancia del sueño y del descanso con las pautas de higiene del sueño y la realización de una técnica de relajación progresiva. Finalmente quise terminar la sesión recordando el término RESILIENCIA, una palabra que define a la perfección a todas y cada una de las mujeres de EMPODERADAS, de las que tanto tenemos que aprender y admirar y realizando unos dibujos que mostraran cómo se habian sentido en el país de acogida y durante las 2h de sesión.

 

El proceso migratorio y de inclusión en la sociedad de acogida

Este taller ha tenido como objetivo conocer términos importantes y relevantes como salud, salud mental, duelo y duelo migratorio. Entender el proceso y buscar similitudes e incluso sentimientos que hayan podido sentir así como aprender a identificarlos y conocer algunas herramientas para poder gestionarlos.

Las mujeres representan casi la mitad de las personas migrantes y refugiadas de todo el mundo. La migración puede suponer un grave riesgo para su seguridad y una sistemática amenaza para sus derechos. A lo largo de todo el proceso migratorio, las mujeres se enfrentan a múltiples formas de discriminación por motivos de género pero también por su propio estatus migratorio o por xenofobia y racismo. Además de estas formas interrelacionadas de discriminación, están más expuestas a abusos sexuales, acoso sexual y violencia física.

La experiencia del proceso migratorio y de inclusión en la sociedad de acogida suponen un cúmulo de cambios en las experiencias diarias, un desconocimiento y proceso de adaptación al nuevo entorno, un choque de expectativas, así como un alejamiento de todos aquellos que quedaron en el país de origen, provocando un riesgo real en la salud psicosocial de las personas. En consecuencia, entre esta población existe una elevada incidencia de cuadros psicológicos: estrés, proceso de duelo, traumas, somatizaciones, depresión o trastornos de estrés post traumático. Las mujeres son especialmente vulnerables puesto que además de lo descrito pueden haber experimentado situaciones de violencia de género, violencia sexual, mutilación genital femenina, embarazos no deseados, etc. Una vez en los países de destino las mujeres migrantes continúan expuestas a multitud de riesgos psicosociales.

El sistema sanitario no suele atender de forma adecuada estos problemas. Por un lado, suele infravalorarlos a causa del desconocimiento, poca empatía, racismo, etc. y, por otro lado, suele ser mal diagnosticado, confundiéndolo con trastornos depresivos o adaptativos. Este síndrome no debe ser tratado solo desde el área psicopatológica, sino que debe ser abordado, especialmente, por el ámbito psicoeducativo. De este modo, se muestra la necesidad de que los centros lleven a cabo actuaciones de prevención y formación, para atender y reducir los efectos del duelo migratorio.

Herramientas para sobrellevar el proceso migratorio

La identificación de las emociones negativas es un recurso para poder posicionarnos activamente y poder hacer algo con todo eso que sentimos.

Otra herramienta muy útil es crear grupos de apoyo y poder compartir sentimientos y experiencias. Una estrategia que puede ser muy buena para entender nuestras emociones, identificarnos a través de la escucha activa.