En las últimas semanas estamos viendo una mayor virulencia en la campaña constante de la ultraderecha por ganar un espacio y legitimar su discurso.
Enfrentar a la sociedad a través de mentiras que repiten una y otra vez en la prensa, en las redes sociales, y en cualquier medio que les sirva de altavoz, como los carteles publicitarios en Madrid, es parte de su estrategia. Y no solo en época de elecciones, sino cada vez que participan en una tertulia, en una entrevista, en un programa de entretenimiento…
Hace una semana han vuelto a señalar a chicos y chicas menores de edad con un cartel publicitario en el metro de Madrid, culpándolos de generar inseguridad y de “quitarnos” lo que supuestamente es “nuestro”. Señalan, sobre todo, a los chicos que llegan a España solos y que están, como debe ser, bajo la tutela del Estado.
La criminalización es una estrategia política que pretende, entre otras cosas, generar un ambiente de inseguridad, de desprecio y de enfrentamiento. Pretende crear un clima que les permita levantarse como la única opción salvadora, la que se ha percatado antes que cualquiera de quiénes son los “culpables”.
Pero su narrativa desprende odio, hostilidad y discriminación hacia niños, niñas y adolescentes por su origen. Legitima prejuicios. Promueve la violencia. Y todo esto es un peligro para la convivencia pacífica y para el respeto de los Derechos Humanos.
Por esta razón el MPDL se ha sumado a denunciar esta propaganda ante la Fiscalía Provincial de Madrid.
Nos posicionamos y decimos como Los de Marras:
“Jamás seré yo quien acuse a los niños de ser unos criminales. Jamás seré yo quien incite a los niños a que odien a otros niños”