Una de las tareas para la finalización del Itinerario Formativo “Agentes de mediación intercultural” ha sido realizar una actividad práctica con adolescentes del Programa de Protección Internacional del MPDL en Cantabria.

El objetivo era que este grupo de jóvenes se conociera entre sí, que establecieran lazos y sociabilizaran en un ambiente distendido y divertido.

Susana, Miguel y Marina, participantes en el Itinerario, se encargaron de diseñar y ejecutar una de las actividades, que se desarrolló en la Plaza de los Derechos Humanos, en Santander, a principios de septiembre.

Susana, Miguel y Marina nos compartieron sus impresiones después del trabajo realizado.

“Estamos contentos con los resultados de las actividades que realizamos. Partíamos con algo de inseguridad y bastantes retos a la hora de plantear la quedada, con las circunstancias actuales tuvimos que planificar unas actividades que permitiesen un primer contacto entre lxs chavales sin contacto.

Sin embargo, pusimos mucha ilusión y con lo aprendido en el curso y las aportaciones que hicimos cada una pudimos plantear unas actividades con las que pretendíamos que las niñas y los niños se conociesen, se relajasen, se comprendiesen, se pusieran en el lugar del otro y se soltasen para que pudiesen seguir compartiendo ratos y juegos juntos.

Creo que todas notamos que pudimos ayudar un poquito a esos objetivos, y vimos a lxs chavales motivados, con ganas de participar, hablar y jugar; tuvieron una actitud buenísima y nos ayudaron a llevar todos los juegos. Incluso pudimos darles autonomía para que ellos mismos guiasen alguna actividad y también observamos como ellos mismos conversaban y jugaban autónomamente.

Revisando las actividades creemos que, aunque se tuvieron en cuenta las posibles barreras comunicativas de alguna o alguno de las chicas y chicos, es importante para próximas planificaciones darle aún más importancia, ya que en el transcurso de los juegos se veía una diferencia de participación y motivación entre quienes eran hispanohablantes y quienes no lo eran.

En conclusión, creemos que fue una oportunidad muy buena para intentar poner en práctica los conocimientos del curso de mediadora intercultural y nos aportó mucho, también a nivel personal, ayudar a la creación de grupo entre lxs chavales.”